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domingo, 17 de junio de 2012


Experiencias de las Pruebas Nacionales
Annia Valdez 

     Las Pruebas Nacionales tienen como propósito general certificar el logro de aprendizaje de los estudiantes al concluir un nivel escolar. Al mismo tiempo, aportan información sobre el desempeño del sistema educativo para tomar medidas que contribuyan a enfrentar y superar debilidades, con el fin de mejorar la calidad de la educación.
Estas evaluaciones se ejecutan en República Dominicana desde el año escolar 1991-1992. A partir de entonces, los resultados obtenidos de estas han arrojado importantes conclusiones sobre el desempeño de los estudiantes y la calidad del sistema educativo nacional.
En los inicios de su aplicación, una de las principales debilidades era el elevado costo del proceso; además, no existía una estrategia efectiva en el uso de los resultados obtenidos para el mejoramiento en el desempeño del maestro y el aprendizaje de los alumnos. De hecho, en la actualidad hay interrogantes al respecto.
Otra debilidad de los primeros años y de la que hoy en día aún se experimentan denuncias aisladas, consiste en la compra y venta de cuadernillos de pruebas, según destaca un informe del Ministerio de Educación.
Estos exámenes tienen como característica que es el método más importante  de valoración de la educación dominicana; además, es uno de los pocos métodos de información que funciona de manera sistémica. Sin embargo, no evalúa el desempeño de los docentes.
Las Pruebas Nacionales, como sistema de evaluación de logros y aprendizaje de los alumnos, se aplican a los estudiantes de octavo grado de Educación Básica, tercer ciclo o Educación de Adultos y el último año de media o cuarto del bachillerato; éstas abarcan áreas básicas como Lengua Española, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza.
Su efectividad, en cambio, es cuestionada por expertos en materia educativa, quienes entienden que las Pruebas Nacionales evalúan sólo el conocimiento y destreza de los estudiantes al momento de someterse a las mismas, sin considerar otros factores influyentes en el rendimiento de esos día, por lo cual sus resultados no deberían ser determinantes para que un estudiante sea promovido o no.
Historia
En su primera etapa, comprendida entre los años 1991 y 1994, las evaluaciones se ejecutaban con fondos aportados mediante préstamos, a través del Banco Mundial. Durante esa época se desarrolló un sistema de información de resultados que tomaba en cuenta al propio estudiante, la sección de clases y la escuela.

La fase inicial de este sistema evaluativo tuvo cierta oposición, pero, a pesar de eso, las pruebas nacionales se convirtieron en un importante elemento para las autoridades educativas unificar criterios en base a la necesidad de mejorar la calidad del programa de enseñanza, la gestión de los maestros y, sobre todo, provocó una mayor atención e involucramiento, por parte de las familias, en el desempeño de los estudiantes.
En los primeros años de aplicación de los exámenes, organismos internacionales como el Banco Mundial, promovieron y apoyaron económicamente la implementación de las Pruebas Nacionales en el país como forma de evaluar la inversión en materia educativa. A su vez, el Plan Decenal de Educación 1992-2002 se planteó la necesidad de establecer un sistema de control de calidad de la educación como fin principal del conjunto de reformas educativas propuestas.
En la actualidad, este sistema de evaluación de los estudiantes es financiado exclusivamente por el presupuesto nacional asignado al Ministerio de Educación, aunque los resultados de las Pruebas Nacionales son utilizados por distintas organizaciones internacionales como un indicador de la calidad del sistema educativo nacional, entre esas instituciones podemos citar al Banco Interamericano de Desarrollo, UNESCO, UNICEF, Banco Mundial y el Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina (PREAL).
Evaluación internacional
En la década de surgimiento del sistema de Pruebas Nacionales se establecieron e implementaron programas de evaluación similares en la mayoría de los países latinoamericanos, como una forma de atender la calidad y el aseguramiento del aprendizaje de los estudiantes; los sistemas de evaluación contribuyen a ese propósito.” Asegura Ancell Scheker, directora general de Evaluación del Ministerio de Educación.

MILLONES 496 MIL 263 EVALUADOS EN 12 AÑOS
Según datos suministrados por el Ministerio de Educación, desde el año dos mil hasta la fecha, han sido evaluados mediante este sistema 3 millones 496 mil 263 estudiantes de los cuales fueron aprobados 3 millones 128 mil 705, para un porcentaje alumnos promovidos  de un 89.49 y un 10.51 por ciento de reprobados en 11 años.

Haciendo una comparación de la participación estudiantil en las Pruebas Nacionales a Nivel Básico y de Media o Secundaria, por convocatoria y por aprobación de las evaluaciones, entre los que asistieron en el año 2000 y los participantes en el  2011, se destaca una clara diferencia en la cantidad de promovidos en los integrantes de ambos niveles.
Por ejemplo, en el octavo grado o Nivel Básico del año 2000, fueron evaluados 105 mil 987 alumnos, logrando aprobar 102 mil 657, para un total de 96.86 por ciento los promovidos. Mientras que de los estudiantes del Nivel Medio que asistieron en el mismo año 2000, sólo 65 mil 609, o sea el 81 por ciento de los que tomaron las pruebas en Secundaria pasó sus exámenes, de un total de 80 mil 747 alumnos presentes en esa convocatoria.
Similares resultados hallamos en las estadísticas de 2011, donde en el mismo Nivel Básico fueron examinados 147 mil 878, de los cuales aprobaron 143 mil 871, para un porcentaje de 97.29 alumnos que el año pasado lograron ser promovidos.
Mientras, si vemos el Nivel Medio, podemos verificar que, tal como ocurrió en el año 2000,  de los 128 mil  estudiantes de secundaria que fueron evaluados, 114 mil 860 pasaron las pruebas en esa convocatoria, alcanzando un porcentaje de 83.41 por ciento los promovidos el año pasado en cuarto de bachillerato.
Estas cifras estadísticas de estudiantes evaluados y promovidos en las Pruebas Nacionales durante más de una década, las cuales están disponibles en la página web del Ministerio de Educación, revelan una constante y curiosa diferencia entre los alumnos de octavo grado y los de cuarto de secundaria; los primeros participan y aprueban en una mayor cantidad que los segundos.
Es importante señalar que esas diferencias varían en los estudiantes de Secundaria, del Nivel Técnico profesional, donde el porcentaje de promovidos es mayor que el de los alumnos del bachillerato en modalidad general.
En medio de diversos cuestionamientos por parte de diferentes sectores, en torno a la inversión y calidad de la educación en el país, y la efectividad del sistema de evaluación de la Pruebas Nacionales, es un hecho que éstas han logrado interesar y movilizar a las autoridades gubernamentales,  a los docentes, a estudiantes y a las familias en general a preocuparse en tratar de obtener un mejor desempeño en los evaluados.
Otro cuestionamiento que puede ser mencionado en relación a este sistema de evaluación, está vinculado a la calidad de la información que generan y el uso que se le da a los resultados de la pruebas, tanto por parte de los estudiantes, como de los propios docentes, así como de otros actores del sistema educativo.
Según datos de la Dirección General de Evaluación y Control de la Calidad de la Educación, entidad del Ministerio de Educación a cargo de las Pruebas Nacionales, los resultados de las evaluaciones han motivado una mayor supervisión docente, lo cual podría ser un insumo importante para la revisión curricular, como parte de los cambios que debe experimentar el sistema educativo nacional.

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