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sábado, 18 de febrero de 2017

COBRAR SIN DAR UN GOLPE
Por J. J. Rosario
Desde que Joaquín Balaguer se estableció como gobernante en el Palacio Nacional (1966), puso en moda lo de las famosas botellas, que se traduce cobrar una remuneración económica sin dar un golpe ni de karate, como decimos popularmente.
Esta mala práctica continuó en los gobiernos de Don Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Leonel Fernández y en el actual que encabeza Danilo Medina Sánchez.
Las botellas no solo han estado en esos gobiernos que hemos mencionado, sino que están también en todos los ayuntamientos y otras entidades de la República Dominicana.
Es importante mencionar a los históricos Ingenios del Consejo Estatal del Azúcar que tenían dos nóminas, los que desempeñaban una labor real cumpliendo con 8 horas de trabajo y los que inclusive preguntaban dónde está la caseta de pago para retirar un dinero que no justificaban.
Esto de las botellas ha contaminado a todos los sectores de la vida nacional, trayendo consigo el parasitismo, la vagancia y la corrupción.
El obrero es digno de su salario (1 Tim. 5:8), consigna el apóstol Pablo a Timoteo en su carta, pero es quien desempeña una labor, aquél que justifica lo que le pagan.
El mismo Apóstol en su segunda carta a los Tesalonicenses 3:10 señala que el que no trabaja, que tampoco coma, queriendo decir que al vago por conveniencia no se le debe dar comida y mucho menos aquél que entre comillas conocemos como ¨vividor¨.
Aparentemente nadie ha querido erradicar esa malsana práctica porque esto se le traduce en votos y simpatías, mientras a quien cobra sin dar un golpe de placer, decir que está pegado, aunque viva arrodillado ante quien le paga.
A la verdad que es una bochornosa práctica, pero los que están en eso dicen: QUE BUENO ES COBRAR SIN DAR UN GOLPE.

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