EL QUE NO APARECIÓ EN NAVIDAD LA VERÁ FEA DESDE ENERO...
(Tomado de Diario Libre)
Los políticos aparecieron en Navidad, pero lo hicieron de manera discreta, como sabanas blancas tendidas en un patio oscuro que por miedo o distancia parecen fantasmas de película.
Unos dieron canastas, o fundas, o cajas, o sobrecitos, dependiendo de la categoría, pues no es lo mismo un dirigente alto, que uno medio o los miembros de la llamada base.
La largueza de algunos alcanzó para bonos, que son una delicia, ya que dan autonomía de vuelo, y el beneficiario compra lo que necesita o desea, aunque sea en tiendas o supermercados predeterminados.
El político que apareció en diciembre puede esperar que los compañeros o compatriotas hagan acto de presencia en los actos de campaña de enero.
Pues la mezquindad tiene su costo, del mismo modo que la generosidad su provecho.
Dicen que desapareció la disciplina donde había disciplina, pero igualmente se perdió la mística donde había mística, y los principios son como esos baúles viejos en que no se sabe que guardar.
Enero será un mes de definiciones, pero diciembre lo fue de apariciones. Y nadie puede ahora hacerse el gracioso, y querer que lo vean como a Jesús perdido y hallado en el templo.
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