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domingo, 16 de marzo de 2014

Oposición sigue sin brújula
César Medina
            Hace 22 meses Danilo Medina ganó la Presidencia de la República como abanderado del Partido de la   Liberación Dominicana que en un empuje de último momento propiciado por el presidente Leonel Fernández a base de cuantiosos recursos económicos, movilizó el país de punta a punta para derrotar dramáticamente al expresidente Hipólito Mejía, que le aventajaba con 22 puntos porcentuales cuando faltaba menos de un año para los comicios.
Fue un rebase sin precedente en la historia electoral dominicana, pero susceptible de replicarse en el sentido inverso en un electorado volátil y veleidoso como el dominicano.
A partir de ese acontecimiento el cuadro político se ha transformado: mientras Danilo conserva una popularidad medida que sobrepasa el 80 por ciento, su contendor electoral ha caído bruscamente en las encuestas después de ser expulsado del PRD, y Leonel Fernández no logra reponerse de aquella campaña brutal de descrédito que lo apocó por meses poniéndolo en las cuatro esquinas.
Dividido literalmente en tres pedazos, el Partido Revolucionario Dominicano busca sobrevivir a la adversidad electoral a pesar de la inminencia de otra fractura, para lo cual su presidente Miguel Vargas invoca el perredeismo histórico de sus bases para estructurar un proyecto presidencial que le coloque en capacidad de competir por el poder en los comicios del dieciséis.
Los más optimistas en el PRD abrigan todavía una ligera esperanza de que se produzca la unidad entre los dos sectores fundamentales del más antiguo partido político del sistema, algo nunca descartable en una organización de sus características, donde muchos dirigentes se han ido en el día para regresar en la noche, con amores y desamores históricos pero siempre con el propósito común de regresar algún día al poder.
El desbarajuste perredeista ha animado al PLD a desatar una campaña a destiempo por la nominación presidencial. Antes de Danilo cumplir su primer año en el poder, ya en su partido se producían asomos electorales y de su propio sector se alentaban precandidaturas que lucen extemporáneas pero que han ganado terreno en las últimas semanas.
La tercera fuerza de principalía tradicional, el Partido Reformista, luce animado después de haber  renovado su dirección nacional y colocado en la presidencia partidaria al ingeniero Federico Antún Batlle, un dirigente de la vieja guardia que ya antes había ocupado el puesto y que conoce hasta al gato en ese partido.
Rebuscando en su viejo archivo de militancia, Quique Antún está desempolvando a figuras desaparecidas por años del escenario político y a otros que se mantenían activos pero distantes, para retornarle al PRSC la pujanza que le llevó a ganar seis elecciones presidenciales postulando a su líder y fundador.
Lo que no se ve con claridad es el papel que los reformistas jugarán en las próximas elecciones, tomando en cuenta que muchos de sus dirigentes forman parte del gobierno como funcionarios de primera, segunda y tercera categoría, incluyendo al propio Antún que es director ejecutivo del BNV.
El liderazgo actual del PRSC proclama que no seguirá siendo bisagra para que el PLD continúe ganando elecciones a cambio de migajas, pero tampoco define un rol opositor y ni si siquiera se vislumbra que sus principales cargos públicos estén dispuestos a renunciar. Al contrario, muchos de los que están afuera quisieran entrar y los que están adentro aspiran a ser ascendidos.
Ni juntos ni separados...
Los llamados grupos emergentes no acaban de despegar ni unidos ni en solitario, y las encuestas más  generosas no les dan ni siquiera un dos por ciento del electorado a todos juntos.

Particularmente Guillermo Moreno, de Alianza País, y Fidel Santana, del Frente Amplio-- ex Miuca--, hacen ruido con sus pequeños partidos que ya los proclamaron candidatos a la Presidencia a pesar de que supuestamente trabajan en la conformación de la llamada “Convergencia por un mejor País” que alientan Hipólito Mejía y Luis Abinader en sus planes de dividir al PRD.
El intento aliancista de la insurgencia perredeista tiene propósito electoral y se asume que de llegar a fraguar ese frente opositor el candidato presidencial sería Hipólito Mejía, que reclama como propio el   mérito de haber obtenido más de dos millones de votos-- el 47 % del sufragio nacional--, en las pasadas elecciones.
Esta misma semana a Mejía se le volvió a disparar el seguro parece que por la emoción de encontrarse ante la tumba de Peña Gómez, y planteó la posibilidad de no aspirar a la candidatura presidencial...
La gente de Abinader ya se preparaba para la fiesta cuando los seguidores de Mejía retiraron la declaración atribuyéndola a una tergiversación. La grabación de la declaración de Mejía, sin embargo, es materia de comentarios pícaros en las redes sociales porque no hay espacio para desmentidos: Hipólito dijo lo que dijeron los medios que dijo.
El PRD institucional avanza
A mediados de esta semana el Tribunal Superior Electoral volvió a rechazar otra demanda del grupo de Mejía y Abinader para que se desconocieran decisiones de los organismos partidarios atinentes al programa de celebración de la convención Noel Suverbí, lo que termina por consolidar el sector institucional que encabeza Vargas en el PRD.

Paralelamente se produjo ayer sábado una marcha-caravana del grupo de Mejía en la población de Mao, Valverde, con resultados poco favorables en términos de participación y entusiasmo. La actividad, programada originalmente para el domingo anterior, fue pospuesta para ayer sábado y los informes son de que hubo escasa participación de los perredeistas de la comarca y que veintenas de vehículos llegaron de la capital para hacer bulto.
Mejía y sus seguidores no han tenido suerte con este tipo de actividad. Lo propio ocurrió en Nagua hace tres semanas con una manifestación similar a la que asistió aún un menor número de personas.
Igual se dice de los intentos fallidos de convocar a los grupos de la oposición para darle forma a la llamada ConvergenciaÖ “El dinero no puede imponerle un candidato a esa posible alianzaÖ”, llegó a decir en televisión uno de los candidatos presidenciales de una agrupación convidada a una de esas reuniones.
Este viernes, en cambio, el alcalde de Barahona, Tavito Suberví, que se había marginado de la lucha grupal en el PRD, anunció su adhesión a la corriente de Vargas Maldonado y volvió a la Casa Nacional. Lo propio había hecho días antes el alcalde de Baní, Chacho Landestoy, y con ellos las estructuras completas de sus jurisdicciones partidarias.
“El PRD se recompone a pasos acelerados, en apenas uno o dos meses tendremos al partido  completamente reintegrado en su estructura interna; estamos terminando el nuevo padrón electoral y en el mes de junio celebraremos la escogencia de la nueva dirección nacional para juramentarla a finales de julio...”, declaró Vargas a propósito de los avances de la reorganización de su partido.
EL PLD NAVEGA VIENTO EN POPA Y A TODA VELA 
Mientras el PRD sigue sin definir su situación interna, el Partido de la Liberación Dominicana se presenta ante el país unido y sin aparente posibilidad de alguna fisura antes de las elecciones del dieciséis.

Leonel Fernández acentúa los trabajos internos para ser el próximo candidato, y dos de sus alfiles--Francisco Javier García y Reinaldo Paredómotorizan sus proyectos particulares para disputarle la nominación en la convención que deberá celebrarse el próximo año.
Pero tanto García como Pared se cuidaron de visitar a Fernández-- que también al Presidente Medina--, para comunicarle que saldrían al ruedo en procura de la nominación... “Que buen viento lo guíe”, les deseó Leonel a ambos al despedirlos en la Fundación Global.
Las malas lenguas hablan de que Danilo apoya a Reinaldo, pero por el contrario el propio Presidente y sus voceros han reiterado que desde el gobierno no se respalda a ninguno de los aspirantes a la nominación.
Aunque Reinaldo ha sido por mucho tiempo cercano a Danilo, Francisco Javier fue su jefe de campaña  durante la jornada electoral que lo llevó al poder y por años han estado juntos en las tareas partidarias más resaltantes del peledeismo después de la muerte de Bosch.
Cualquiera que sea la opción electoral del PLD, la perspectiva actual es que conservará el poder más allá de las próximas elecciones... Por supuesto, la realidad electoral dominicana es susceptible de cambiar de la noche a la mañana...
¿Hipólito no le llevaba 22 puntos a Danilo seis meses antes de las elecciones de 2012? ¡Aquí cualquier cosa puede pasar en dos años y pico que falta para votar...! 

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